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¿Hacia dónde va mi donde?


¿Hacia dónde va mi Dónde? (Entrevista con Juan Bañuelos)

Fantasmas antes del 94

En Chiapas no hay una memoria, no hay estudiosos, no hay ensayos que digan qué ha pasado con la poesía en México, y en Chiapas menos. Se publican de acuerdo con el gobernador que está en turno, se publican unos cuantos poetas, pero yo creo que hay un gran cambio después de 1994. Ese cambio no es solamente de tipo social, político. Hay una presencia de la mitad de nuestra identidad, que está ahí, que son los pueblos originarios del sur, de la cultura Maya, de dos mil años o más, que está vigente como una civilización tan grande como fue la egipcia, como la de la india, la griega, la romana. Y hasta que aparecen los primeros antropólogos y etnólogos que van a Chiapas después de los 50´s, los estudiosos de nuestra flora y fauna como el maestro Álvarez del Toro, los grandes maestros que tuvo el ICAHC, se va formando toda una serie de escritores que convivimos, al menos en nuestras casas (en mi caso), con los trabajadores del taller mecánico de mi padre, y con nuestras nanas que eran zoques, tzotziles, tzeltales, y que nos contaban en las noches todas las memorias de sus pueblos. Ellos nunca leyeron el Popol Vuh, eran la vida misma del Popol Vuh, el Chilám Balám, y que nos llegaba de Guatemala y de muchos pueblos de Chiapas, de tal manera que ahí tenemos un gran material que a la primera que tocó al volver como empleada del INI, fue a Rosario Castellanos. Fue la que me habló, y la iba a ver a San Cristóbal cuando tenía vacaciones, me hizo ver que había algo ahí, me hizo ir con la gente. Pero de todos modos el poder de la familia es muy grande, y nosotros siempre vimos a los seguidores de las casas que eran los indígenas como fantasmas. ¡Hijitos, se tienen que ir solos a la escuela por que su nana se levantó enferma!, decía mi mamá, pero por qué, si no tenían derecho a enfermarse, eran como unos animalitos domésticos, como las gallinas. Pero me daba cuenta de lo que estaba pasando.

El despertar

En este momento lo que se está viviendo en Chiapas es muy importante. No soy sociólogo, ni político, ni analista, pero si noto algo al volver, los cambios que está habiendo, de que existen condiciones extratextuales que abren cauce, un gran cauce a la relación de los poemas nuevos que se están haciendo, a partir del texto que tienen, sobre todo, intención poética. El ser del poema está asociado a una serie de factores y cosas que ostenta el signo de la complejidad de lo que está pasando en nuestra tierra. Esta complejidad es característica de la realidad de Chiapas (que se presenta ante los ojos de los europeos, norteamericanos y de gente especializada en México) como relatividad, como diversidad, como relacionalidad, como alteridad, duplicidad, antigüedad. De pronto los compañeros comienzan a escuchar lo que sucedió con sus abuelos, sus padres. También ambigüedad, incertidumbre, hacia dónde van ellos, antagonismo (con los que dicen: tú también te volviste zapatista, por qué estás defendiendo esas costumbres); injusticia de una política discriminatoria contra seres humanos que también son mexicanos: los indígenas. Estoy viendo un fenómeno en que la ceniza ardiente de estos primeros pobladores desafía a la llama de una identidad incompleta de los mestizos, los criollos. En México estamos viendo después de diez años de lo que sucedió en Chiapas, una insurrección cultural (que no lo veo yo militar); estamos siendo testigos de la ya insoportable arbitrariedad homicida desde la conquista española hace más de 500 años, de México y de América. Y sigue ahí, no ha cambiado nada, gobiernos van, gobiernos vienen, tanto presidentes como gobernadores, y la opresión política subsiste, el racismo subsiste, el engaño mercantil subsiste, para comprar lo que producen, la falsedad subsiste: son priistas y se vuelven del PRD para seguir mangoneando y sirviendo al gobierno; la explotación subsiste, el despotismo y la corrupción. Por eso me da gusto que haya está intención de poetas, sean chiapanecos o no, que estén viendo una salida, incluso para la poesía mexicana, para la poesía Latinoamericana. Ya el modernismo y las vanguardias son otra cosa. Ahora estamos viviendo otra realidad. El estado poético de la cultura, el estado poético de todo un pueblo, dicen, es un tercer estado, ¡no! yo diría que es un primer estado que no se somete a las contradicciones del poder, el poder es tan contradictorio y tan impositivo que no sabe distinguir entre un pájaro mecánico de cuerda y el auténtico canto de las aves, ese es el problema que tenemos en este México, un poder que no conoce al país (yo creo que el señor Fox no ha visto a un indígena ni en fotografía). Entonces, la solución de la poesía de estos precursores y de los que están escribiendo actualmente y de los que van a venir, es buscar que ser y palabra, ser y lenguaje sean una sola cosa. La palabra que designa Ser sea la misma que designe palabra, y eso muchos indígenas, sobre todo los tojolabales, lo tienen. Los tojolabales no tienen el yo, tú, él; tienen el nosotros, por eso es difícil aprenderlo.

Nuestra otra mitad

Nosotros (y esto es todo una memoria de Chiapas, de todos los escritores desde el Popol vuh para acá) somos alma y sonido, nosotros, nuestro cuerpo es un sonido de pie. Nuestros pueblos distinguen al ser por el tono, que puede ser el entorno donde viven o puede ser una música cósmica de lo que están viendo en la noche, las estrellas(eran grandes conocedores) regida por nuestro espíritu creador, y nuestro espíritu creador, al menos de la región de donde yo vengo, es un ritmo que se expande. Entonces en un poema, en un cuento de los que se narran en las comunidades, el ser humano es visto como una vibración, como un acto, un ritmo pulsante. Y es de ahí que se inicia la relación con la palabra, con el habla. Por eso a nosotros nos educaron declamando los poemas, hoy es una cosa que ya no admitiríamos, pero decíamos la palabra en voz alta. Por eso en muchos textos de los indígenas rebeldes, dicen que hablan con el corazón; entonces, un poeta es el que habla con el corazón, uno es lo que uno habla. Por eso es necesario que esos nuevos poetas del sur o de México descubran qué hay detrás del acontecimiento que sucedió en 1994. La poesía tiene que volver a ser un acontecimiento público y oral. Toda cultura pasa por el filtro de la voz, y cura el sufrimiento o alaba la alegría a través del ritmo; a través de este ritmo de la poesía, que han cultivado todos los indígenas en Chiapas, y es por eso que no pierden su identidad. Nosotros debemos adquirir esa parte, esa mitad que nos hace falta, ¿por qué? Porque expresa la memoria colectiva, el ser de cada uno de nosotros. Todo esto tiene que ver con América latina, México y Centroamérica. La mayor desigualdad social, económica , política y de derechos humanos está aquí desde la época de la colonia. De acuerdo con los últimos estudios más de 90 millones cayeron en la pobreza, 40 millones de Latinoamericanos no satisfacen sus necesidades básicas y 102 millones de indigentes no logran de darle de comer a sus hijos. De toda esta tragedia forma parte Chiapas, y varias secciones indígenas de nuestro país. Si con la conquista española se logró la destrucción de las Indias, hoy día, con la globalización de los intereses monetarios de los siete u ocho países más ricos del mundo la desintegración de las familias de México, de América Latina está presente. En Chiapas, a partir del alzamiento, miles de personas de las bases de apoyo se han desplazado de sus comunidades dejando sus tierras, sobre todo en la parte de Chenalho o después de la matanza de Acteal. Existen más de 15 mil desplazados en Chenalho, y otros cinco u ocho en el resto del estado. Los niños y mujeres suman el 35 %, 12 % de niños de los campamentos desplazados mueren antes de cumplir los ocho años.

Cosmogonía indígena

Los mayas y no solamente los mayas, sino también los pueblos del norte, escogían un animal en especial, veían que este animal representaba una parte con la naturaleza y ellos también estaban en contacto con la naturaleza, y entonces en Chiapas, en Guatemala y Belice, y otras áreas de la naturaleza habita el jaguar, y en la actualidad en algunos pueblitos me encontré que es una especie emblemática de los pueblos originarios, la existencia del ser humano y el desarrollo de su cultura está íntimamente relacionada con la de los jaguares, y han creado una cosmología en donde los jaguares mantienen un lugar principal: el primer hombre fue hijo del sol original, y de una mujer jaguar. En muchos mitos, el jaguar por tradición, define a la humanidad por atributo de la naturaleza, la fuerza animal que es la existencia terrestre como una cosa inmediata, no es como el águila y los animales que vuelan, no, aquí es una cosa inmediata porque tienen tanto sufrimiento y hambre, y luchas dentro de la naturaleza como los hombres, es también guardián del pueblo: los hombres se convertían en jaguares y los jaguares se convertían en sacerdote. En Chichén itza, hay un relieve maya-tolteca que demuestra a un jaguar sosteniendo o probando un corazón humano, en toda la cultura mexicana las máscaras rituales eran con los ojos brillantes, con los ojos del jaguar, en donde el ser humano podía sorprender su propio reflejo y entonces pensar sobre su propia existencia. Desgraciadamente ahora pregúntale a los gobiernos, tanto estatal como federal, qué han hecho con este animal, están desapareciendo. Todavía en 1994 los jaguares se multiplicaron, pero después ha venido una gran cacería con la cuestión del turismo. En el inicio del mundo era el jaguar hermano mayor de todos los seres por ser conciencia y realidad, su cabeza era el amanecer, sus ojos alumbraban a los caminantes que andaban de noche, los que estaban extraviados, su energía vital era el aire, su boca son los ríos, todo el cuerpo del jaguar es el tiempo de la vida.

Recordar lo olvidado

Encontré a un viejito. A tres días de la matanza de Acteal fuimos a investigar cómo había sido la matanza; entonces me pusieron dos guías, fuimos a la capillita donde les dispararon: era de madera, vimos los agujeros por las balas y a un San Pedro que degollaron; luego bajamos a una como cuevita donde se metieron a las señoras que estaban embarazadas, las machetearon y les sacaron sus hijos, los pisotearon, pero resulta que ya no pude seguir viendo, porque de las dos personas guías, uno se desmayó (a su mujer y a su hija la habían matado); el otro tenía familiares también muertos, le dio ataques, vomito y todo, y yo dije por qué los mandaron a ustedes, porque nosotros fuimos testigos. Ningún poeta puede ser ajeno cuando es testigo de algo, los poetas en Chiapas están siendo testigos, y los que se quedan callados, pues se quedan callados, como callada será su poesía, silenciada su poesía. Entonces este viejito que me encontré días después y que no podía caminar bien, le digo ¿le ayudo, tío?, yo conozco bien mi camino, joven. Lo vi que estaba ciego, no ve que mis ojos los tengo en los pies, quién cree usted que trajo a los niños y a las mujeres en esa noche, caminando por toda la serranía, y le dije, pero esto es una gran hazaña, y me dice siempre hemos vivido así, somos como un ciempiés huyendo. Apunté muchas frases de él, y hasta ahorita me salió el poema. Era muy difícil que me saliera el poema:

Escucho a los muertos con mis ojos He vivido hacia mi dónde Llevando mi cabeza entre las manos Al filo de un abismo De oscuridad Adherida a un insólito autónomo Cercano Tan cercano a otros Me deslizo entre la angostura de una lejanía de muchos caminos Sendereo del llano al monte Del monte al llano Y entre el precoz rugido del maíz Alguien ayuna Debajo de las piedras donde vivo El hambre es la misma perversión insuficiente Acepto Acepto Cara de lodo Mejilla ajada de la muerte Pero ante un sol injusto El resuello del caracol me asusta Somos como un ciempiés huyendo*.

Son poemas de todos los apuntes que tengo, del tiempo que estuve con ellos. ¿Para qué sirve esto? dicen: eso ya lo vivieron ellos, eso ya lo escribieron en el Popol vuh, para qué lo vas hacer de nuevo. ¡Ellos lo están haciendo!, yo no, yo tomo algunas cosas que logro captar desde el punto de vista occidental, y que hago míos o me indianizo, no me vuelvo indigenista, me indianizo. Difícil se da que apreciemos las palabras habituales que utilizamos diariamente dentro de cánones formales o con imágenes, como el poema que les leí, son las palabras habituales que estoy escuchando del viejito, y que yo como poeta, las transformo, de tal manera que al meterlo en cánones formales y como imágenes cobra otra percepción y entonces la percepción poética es aquella con la cual sentimos que las palabras habituales tienen un acomodo distinto, es decir, estamos descubriendo nuestra propia forma, como en Sabines, Chayo castellanos, como en Paz. Es evidente que la percepción nueva no es una simple visión psicológica sino un elemento constituido del arte que nos comunica la forma. Nosotros aprehendimos el soneto ( ya luego dejamos eso), el ritmo, un nuevo sentido de la realidad. Cosa que no hacen los demás poetas, no tienen un sentido de la alteridad, una forma comprendida como fondo en sí misma, no una simple envoltura sino una integridad dinámica y concreta que posee un contenido y clima que toca nuestra sensibilidad y que establece la diferencia entre la lengua poética y la lengua cotidiana. O sea que la poesía, pues, es una manera particular de pensar, es decir un pensamiento con imágenes y las imágenes (dicen algunos estudiosos) no poseen otra función que la de permitir el agrupamiento de objetos y acciones diferentes para explicar lo desconocido por lo conocido. Cuanto más se estudia una época determinada, pronto descubrimos que las imágenes creadas de un poeta concreto están tomadas de otros poetas y a veces sin cambio o un ligero cambio. Todo el trabajo de las escuelas poéticas ha sido esa, no es más que acumulación y relación de nuevos procedimientos para elaborar el material verbal configurado por la realidad que dispone las imágenes más que crearlas, mentira que se crean las imágenes. Qué hicieron los indios, muy inteligentes, se apropiaron del español, pero hay frases de ellos que son del siglo XVI, del XVII, del español antiguo. Claro, se apropiaron de eso de acuerdo con su concepción de tiempo y espacio. Las imágenes son algo dado, y en poesía, más bien las recordamos con frecuencia, pero no las utilizamos para pensar. Por lo tanto es necesario que en Chiapas, y no solamente en Chiapas, sino que en todo México, en todo el continente haya que recordar lo olvidado. Hay que reciclar lo olvidado. La automatización nos engulle, se traga los objetos, los vestidos, los rostros, el miedo, el razonamiento, es decir, las maquinas nos pueden destruir. Hay que volver a la naturaleza.

Los premios

La poesía es a largo plazo. No para que te estén dando premios a cada minuto tu compadre o tu primo. El mejor premio que he recibido es haber sido invitado a formar parte de la Comisión Nacional de Intermediación por la Paz (CONAI). Esto ha raíz de un premio que me otorgó el gobierno de Chiapas y el cual yo doné, con mediación de Don Samuel Ruiz, a las viudas y huérfanos de una matanza en las Margaritas. Es lo mejor que haya tenido, es decir, de recobrar toda la memoria, las costumbres, descubrir a mi pueblo. Eso se dice fácil. Yo quiero ver la manera de vivir allá, en Chiapas. Pero con estos gobiernos, ¿cuándo? Un hombre tan valioso, tan valiente, tan humano, como era Don Amado Avendaño, a las primeras de cambio, que se puso activo, lo trataron de asesinar, de hecho lo asesinaron, a largo plazo.

LA CONAI

La CONAI desaparece por la sencilla razón de que comenzaron las cosas ya muy duras, como no nos pudieron comprar, nos invitaban a comer a uno por uno o a echar la copa para ver cómo traicionábamos, más de una vez a mí me invitaron y además a invitarme a que yo debería estar con una buena beca tomando mi vinito a orillas del Sena. Ellos no saben ni quién es uno, les molestaba que yo acompañara a los indígenas o a Marcos en su camioneta, y decían: y éste por qué, si ni es político, nosotros debíamos ir con ellos para ir hablando de la paz en Chiapas, decían los diputaditos y los senadores, y preguntaban ¿Y por qué va Bañuelos? ¡Ah! para ir platicando con nosotros acerca de sus nuevas lecturas ahí con el sub, el sub que está atrasado de noticias literarias, aunque no lo estaba, claro. ¿El señor Luis H Alvarez? Es un pobre hombre, siempre fue un pobre hombre, comerciante de bacinicas, que a nosotros nos quería mandar allá, o si no se le nombraba en un comunicado o se nos pasaba su nombre, venía a reclamar, ¿y por qué no dijiste mi nombre? pero cuando íbamos con él a recoger a los indígenas y teníamos la obligación, él tenía la obligación, de acompañarnos para ir a dejarlos de nuevo a sus comunidades, decía: ay, no, no pude dormir, no sé qué animales me picaron, vete tú solo, regrésalos. Nooo, ese es el foxismo, esta serie de patrones que tenemos ahora gobernando el país y que va a terminar en dictadura, ¡cuidado, cuidado! con esa dictadura. El hecho de que en Tlalnepantla los jóvenes no puedan andar después de las diez de la noche, el toque de queda, la manera en que fueron tratados los jóvenes en Guadalajara, la represión tan terrible, y de acuerdo con ellos, es decir, la teoría del gobernador y de las autoridades de ahí es que le faltaron el respeto a la autoridad, ¿en qué época estamos viviendo? Lo que está pasando con la educación en México. Las secundarias van ha ser transformadas, no se va a dar ya historia, se va a dar en un cursito la historia del siglo XV para acá, nada de ver la historia prehispánica. Lo esencial para que salgan técnicos con una cultura completamente a rajatabla, superficial, para perder todo sentido de identidad. Es muy grave, y son capaces de aprobarlo. ¿Por qué? porque tenemos un Poder Ejecutivo que no tiene nada de ejecutivo, tenemos un Poder Legislativo con diputados y senadores ignorantes que no saben nada de historia de México y un poder Judicial que dice que se respetan los tres poderes, cuando sabemos muy bien que en el fondo sólo son buenos para asignarse grandes sueldos. El problema de la educación en México se viene muy duro, muy duro, es en la escuela secundaria cuando un muchacho puede decidir la carrera que va a seguir, pues no, que terminen en maquiladores.

En busca de un título

Juan Bañuelos.- Estoy pensando en un título, en un título llamativo... Todo buen poeta nace en el momento justo. Yo lo cambiaría, toda buena poesía nace en su momento justo, lo demás es andar buscando escuelas. Para un poeta es necesario encontrar el espacio de libertad, lo que no puede hacer es justificar que no puede escribir nada por culpa del régimen: ¡ay, no, yo no me meto en política porque si no me van a molestar¡ lo que no puede hacer es no escribir por culpa del régimen. En México los comisarios culturales son muy abundantes y son aquellos que defienden al régimen de los textos culturalmente sospechosos. Viviendo en Chiapas puede llegarse a comprender que el lenguaje de la Castía esconde una vida en las que raras veces reparamos, que las palabras nombran algo y tienen una fonética precisa, una música y un ritmo, que importa lo que decimos pero también cómo lo decimos. Traspasar ese fenómeno a la poesía es una tarea que puede llevarnos la vida entera. La poesía es el aparato respiratorio de la imaginación, utopía de la esperanza o la esperanza como utopía. Hay que buscarle un título. Deriva.- Quizá armando la entrevista pueda salir algo. J. B.- Ah, bueno, aquí puede entrar un tema que no me disgusta, pero que lo haría demasiado razonable, que es, poesía y derechos humanos. Ese es uno, un título. D.- Había unas buenas imágenes cuando estabas platicando del viejito ciego, por ejemplo, ese que decías, que es un verso tuyo, ¿Hacia dónde voy a mi donde.? J. B.- ¡Ah, sí! ¿Hacia dónde va mi donde? También, El hombre muere también del mal de ser hombre, déjame ver... He vivido hacia mi dónde. D.- A mí me gusta mucho. J.B.- Pero como tú lo dijiste me gusta más. D.- ¿Hacia dónde va mi donde.? J.B.- Me gusta más así. No tienes ni que ponerle de quién es el verso, sino como título. D.- Como algo transformado. J.B.- Pues sí. D.- Además lo manifestabas. ¿Qué va ha suceder con todo este movimiento? J.B.- ¿Qué va ha suceder, si andamos como los Ciempiés? Pero entonces, ¿Hacia dónde va mi donde?, el segundo donde acentuado o con un tipo de letras, ¿Hacia dónde va mi Dónde?... sí, a mí me gusta. D.- Incluso yo lo pensaría como la frase para la portada. J.B.- Espérame. Sí, lo pones y terminas repitiéndolo en la introducción. Entonces quedaría, como final, por eso nos preguntamos ¿Hacia dónde va mi dónde? Por eso la pregunta es ¿Hacia dónde va mi dónde? creo yo, porque, es la pregunta que se hace también Marcos, es la pregunta que se hace, es lo que me estabas preguntando hace un momento, ¿en qué va ha terminar esto? D.- Creo que no es la pregunta exclusiva de Marcos, es como una pregunta muy humana. J.B.- Sí. Sí... ¿ya no hay ninguna pregunta? D.- No.



Gabriel Cruz Mayorga José Francisco Zapata Revista Deriva

*El poema fue transcrito como se escuchó en la grabación. Sin la puntuación y la disposición espacial propia del autor.

agosto de 2004

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